Vanessa Soto y Camila Barrera
Gianinna Muñoz, Millaray Vallejos
Universidad de Chile
gianinna.munoz@uchile.cl
Resumen
En Chile los pueblos originarios históricamente han sido estigmatizados y sobre-intervenidos. Son incalculables las veces que las universidades e instituciones estatales han ingresado a las comunidades imponiendo procesos de intervención o investigación que ignoran la cultura, la cosifican y extraen. Esto, entre otros factores estructurales, ha provocado que estas comunidades sientan rechazo hacia la acción estatal y académica. Las mujeres pertenecientes a pueblos originarios, más aún, han vivido históricamente una doble estigmatización -por ser mujeres e indígenas- siendo ‘objetos’ predilectos de la intervención externa. A partir de los resultados de un estudio cualitativo, en este trabajo analizamos las principales tensiones que experimentan mujeres mapuches de la comuna de La Pintana -territorio urbano-periférico del sur de Santiago de Chile- en su interacción con instituciones estatales y académicas. Se realizaron observaciones participantes, 3 grupos focales y 32 entrevistas individuales semiestructuradas entre abril y septiembre del 2022. A partir de los hallazgos, y asumiendo una perspectiva decolonial, se discuten estas tensiones que obstaculizan la posibilidad de desarrollar procesos participativos, basados en la confianza y el intercambio dialógico para la co-producción de conocimientos.
Palabras clave: co-producción de conocimiento; participación; mujer mapuche; decolonialidad.
Introducción
Desde su origen, la historia chilena ha estado marcada por los procesos de colonización europea, que datan desde la llegada de los españoles hace más de cinco siglos, que han promovido y se han alimentado de la desposesión, invisibilización, estigmatización y exclusión de los pueblos originarios. La violencia colonial, caracterizada por el despojo de territorios y riquezas, la imposición de modos de sociabilidad, y el epistemicidio (Quijano, 2000; Lugones, 2008; Maldonado-Torres, 2008) ha sido el caldo de cultivo para la potenciación del capitalismo neoliberal, que entroncado con la colonialidad y el patriarcado, atraviesa transversalmente nuestras sociedades hoy en día (Rain-Rain, Pujal y Mora-Malo, 2020). Se trata, en todo caso, de un proceso enraizado históricamente, que si bien comienza con la colonización española, se intensifica con la violencia del Estado chileno postcolonial y se refuerza con el modelo neoliberal impuesto en la dictadura (Calbuncura, 2013).
Con estas dinámicas transcurriendo a través de los siglos, el despojo y empobrecimiento de los pueblos originarios los condujo a la diáspora hacia las ciudades, en busca de oportunidades económicas. Como ha planteado Arancibia (2018), esta diáspora en la ciudad supondría una rearticulación de quienes asumen su identidad originaria. Sin embargo, “el colonialismo asimilacionista interrumpió la conexión cultural de las poblaciones migrantes a cambio de la integración económica en la ciudad” (p. 117). Además, se fue acrecentando la construcción de un prejuicio negativo hacia los pueblos originarios, especialmente hacia el pueblo mapuche, por su ‘incapacidad de adaptarse’ a las reglas de sociabilidad en la ciudad, siendo ésta una expresión más de la violencia y tutelaje de las que este pueblo ha sido objeto (Rain-Rain et al., 2020).
Las investigaciones de Alicia Rain sobre la diáspora de mujeres mapuches en particular, sugieren que en este escenario -de migración hacia la gran capital, habitando en territorios urbanos-periféricos y muchas de ellas obteniendo trabajos de empleada doméstica puertas adentro en los barrios de clase alta- experimentan un ‘no lugar’: no ser suficientemente mapuche por no habitar el lof, la comunidad; y no ser suficientemente citadina por ser mapuche y mantener, con más o menos visibilidad, las prácticas culturales que mantienen viva la identidad (Rain-Rain, 2021; Rain-Rain et al., 2020).
Reconociendo esta complejidad y los múltiples pliegues que conforman la identidad de las mujeres mapuche y los habitantes de territorios urbano-periféricos es que en este trabajo hemos querido poner el acento en una arista específica para enriquecer el análisis: las perspectivas que estas mujeres han ido construyendo a partir de sus experiencias con la intervención estatal y la investigación académica a través de las décadas, con el propósito de discutir y reflexionar sobre las posibilidades de subvertir las lógicas patronales y extractivistas que se reproducen en estas instancias. A partir de los hallazgos del proyecto, nos centramos en las dinámicas y tensiones que viven las mujeres mapuches individual y colectivamente, cuando enfrentan la intervención institucional y la investigación académica. Buscamos con ello compartir un análisis sobre las maneras en que estas tensiones configuran, afectan y/o desafían la posibilidad de co-construcción del conocimiento desde una perspectiva transdisciplinaria, es decir, que trasciende y desafía los bordes de la intervención de ‘los expertos’ y los ‘saberes de las disciplinas académicas’ (Delgado y Rist, 2016).
Tal como plantea Antileo (2007) creemos que es importante abrir el debate, reconociendo las marcas hegemónicas presentes en las disciplinas académicas “y valorando lecturas que proceden o se construyen tomando elementos contextuales, locales y no por ello en oposición a lo universal, no por ello totalizantes” (p. 125). Tomando en cuenta el proyecto de investigación que realizamos, discutimos en este trabajo algunas pistas para desafiar la manera en que se comprenden hoy los procesos de intervención, investigación y diseminación del conocimiento.