Gisela Alcocer
Doctoranda en Ciencias Sociales
Universidad Nacional de Jujuy
patoalc86@gmail.com
Resumen:
El presente artículo pretende realizar un aporte a la reflexión y discusión epistemológica del Trabajo Social, tomando los aportes de Hegel, principalmente su obra Fenomenología del Espíritu, para analizar el proceso de construcción del objeto de intervención del Trabajo Social, ya que asumimos que el mismo no está dado en la realidad sino que implica una construcción producto del intelecto humano. La perspectiva de Hegel introduce una nueva lógica de pensamiento para la comprensión de la realidad social, superadora de las anteriores, donde la verdad no se reduce al fin o al resultado, sino a la totalidad de su desarrollo, a la plenitud de su devenir, y es a partir de estas ideas que podemos rescatar contribuciones a la especificidad del Trabajo Social. Susana García Salord señala como uno de los elementos constitutivos de la especificidad profesional el objeto de intervención, el cual se establece a partir de la relación entre los sujetos sociales. No es la finalidad de este trabajo discutir las distintas corrientes y teorías que influenciaron e influyen en la concepción del objeto de intervención del Trabajo Social sino más bien, a partir de los aportes de Hegel, aproximarnos al proceso de construcción dialéctica como un saber especializado con la ambición de identificar los elementos e interrelaciones que se dan en la construcción del objeto de intervención.
Palabras claves: epistemología; objeto de intervención; Trabajo Social
Introducción
El Trabajo Social es una disciplina que presenta en su hacer profesional obstáculos epistemológicos, metodológicos, políticos e ideológicos, que lo han llevado desde su surgimiento a definirse como campo profesional empírico, tecnológico y acrítico de la realidad. Sin dudas, es a partir de la reconceptualización que se da un movimiento que promueve una visión superadora del Trabajo social, para que se lo reconozca como una disciplina científica, teniendo en cuenta su especificidad, es decir, aquello que lo hace propia, que le da identidad y razón de ser en las ciencias sociales. Al afirmar que el Trabajo Social es una disciplina científica que se encuentra inmersa en las ciencias sociales y/o humanas, estamos de acuerdo que comparte con dichas ciencias sus marcos teóricos, sus métodos y objeto de estudio. Respecto a éste último podemos decir que el objeto general de estudio al igual que las ciencias sociales es lo humano; por lo tanto, el objeto de intervención científica del Trabajo Social co-participa de la naturaleza y características propias del objeto de dichas ciencias.
Con esta primera idea, respecto al objeto de estudio de las ciencias sociales y por ende del Trabajo Social, nos acercamos a la discusión epistemológica sobre la interrelación sujeto/objeto, discusión que aporta al desarrollo de la disciplina y a la construcción de nuevos saberes para comprender y actuar sobre los problemas con lo que interacciona como parte de su objeto de estudio. No es intención en este artículo debatir respecto a las distintas perspectivas referidas al objeto del Trabajo Social y sus categorías conceptuales, sino analizar el proceso de construcción del objeto de intervención desde una perspectiva epistemológica. Para ello, se toma los aportes de Hegel sobre la dialéctica, particularmente su obra Fenomenología del Espíritu.
El pensamiento de Hegel surge en un momento de crisis de la razón, donde los paradigmas epistemológicos existentes en ese momento decaen, dejando una sensación de sin sentido. La Fenomenología del espíritu es una obra que elabora categorías de la nueva racionalidad. Hegel denomina a la fenomenología como la ciencia de la experiencia de la conciencia. Con esto quiere decir que se debe tener en cuenta toda experiencia para llegar al saber verdadero y no sólo los conocimientos más elevados. Plantea que el conocimiento común, la conciencia natural, se van elevando a niveles superiores de experiencias y por ende de conocimientos, hasta llegar al saber absoluto.
En la Fenomenología del Espíritu se describen los momentos que transita la conciencia, desde sus diferentes figuras, iniciando un camino exploratorio desde la conciencia natural, siendo su nivel más bajo la certeza sensible, compartido por los animales. De esa manera la conciencia recorre un camino de transformaciones y asume diversas formas hasta elevarse al espíritu, momento en que la conciencia deja de ser conciencia individual y pasa a ser conciencia de un pueblo. Este proceso no hay que verlo como algo estático sino como un proceso que vuelve a empezar continuamente. La fenomenología comprende tres partes: espíritu subjetivo, espíritu objetivo y espíritu absoluto. En este trabajo tomamos la primera parte. En ella se inicia la exploración del mundo, donde la conciencia sólo encuentra objetos que cree que están afuera, no sabe que al explorar el mundo busca explorarse ella. De esta manera, la conciencia realiza un giro, conocer y conocerse, debe volver a salir al mundo pero sin dejar de penetrar en sí misma. En este trabajo abordamos la conciencia, la autoconciencia y la razón, tratando de articularlas con el proceso propio de construcción del objeto de intervención del Trabajo Social.